Reducción de Senos de Sheila Los Angeles

UN NUEVO COMIENZO EN NEW ORLEANS

“No quiero hacer gran cosa de que mi familia y yo pasamos por el Huracán Katrina”, dice Sheila, una madre de 50 años. “No perdimos nuestra casa como muchas personas”. No obstante, Sheila sería la primera en admitir que, aunque suena un poco inusual, la tormenta jugó un rol en la cirugía de reducción de senos de Sheila en el área de Los Angeles con el Dr. Stevens.

Algunos meses después de Katrina, Sheila y su familia todavía vivían la vida de evacuados con familiares en la parte norte de Louisiana. Como muchas otras personas, Sheila se sentía deprimida. Ella sentía que algo tenía que pasar. “No pude controlar a Katrina”, dice, “pero podía controlar esto”. Decidió pensar seriamente en una reducción de senos.

El largo proceso que llevó a Sheila a volar a Los Angeles para la reducción de senos comenzó cuando Sheila era joven. “En quinto grado, era talle C”, relató, “y era DD full desde que estaba en secundaria junior. Y como era pequeña de cuerpo y pesaba justo por encima de 100 libras, era puros senos”, se ríe.

Al contrario de la experiencia de otras, no estaban primero los problemas psicológicos, y además “vengo de una familia muy práctica”, dice. “Mi madre también tiene senos grandes, y su actitud fue como: ‘Así es como es, consíguete un buen sostén y sigue adelante’, dice Sheila. “Aprendí a manejarlo”. De Hecho Sheila señaló que había algunas cosas positivas para ella en su experiencia como niña. “Me di cuenta que los chicos se concentraban demasiado en un aspecto de mi, así que aprendí a ser práctica con ellos también.”

Más difícil para Sheila, eran los problemas externos que vienen por tener senos grandes. Cuando llegó a la edad adulta, descubrió que tenía frecuentes dolores de espalda y cuello. Visitó a un quiropráctico con frecuencia y debió limitar su actividad física a aquellas en las que estaba cómoda. Como diseñadora Web profesional, le resultaba muy difícil encontrar prendas que le quedasen bien para los negocios y que no pareciera desalineada.”

Sheila vio al Dr. Stevens en la televisión hace varios años. El hablaba de la cirugía de reducción de senos, y era la primera vez que ella escuchaba sobre eso. Luego vio otra entrevista que le hicieron en otro programa unos meses después, y comenzó el proceso de investigación. Comenzó hablando con doctores locales, incluyendo su ginecólogo y otro cirujano plástico. Su ginecólogo no había escuchado sobre la reducción de senos y el cirujano local que consultó le dijo que el seguro médico no se lo cubriría.

Sheila comenzó a pensar acerca de viajar a Los Angeles para la reducción de senos. Seis meses después del Huracán Katrina, comenzó su una conversación con Charlie Sheridan en Marina Plastic Surgery, un diálogo que terminaría durando otros seis meses. Charlie encontró que el seguro de Sheila cubriría el procedimiento. En Junio de 2006, Sheila y su esposo volaron al Sur de California.

“La cirugía en sí fue mucho menos difícil de lo que yo pensé que sería”, dice Sheila. Ella pasó su primera noche en el Serenity Center, que fue una gran elección, notó. “Aún cuando fuimos profundamente educados por el Dr. Stevens y su equipo, aún estábamos un poco aprehensivos acerca de la recuperación de la cirugía. Quedarnos en el Serenity Center nos dio a mi y mi esposo tranquilidad. El personal era atento, profesional y amable”. Dice Sheila que sintió un poco de náusea la primera noche, y las enfermeras en el centro respondieron muy bien.

Sheila dice que ella tuvo poco tiempo de recuperación, pasó solo dos días en la cama, y luego ella y su esposo salieron a pasear por el Sur de California. “Tomé medicación para el dolor por alrededor de cuatro días, pero nada iba a impedir que paseara. Después de todo tuve una muy buena experiencia.”

Ahora que han pasado varios meses desde su cirugía, Sheila está encantada con los cambios. “l próximo mes correré la carrera Crescent City Classic 10K en New Orleans. Es mi primera carrera y estoy muy emocionada!”. También reporta que ha estado emocionada comprando ropa por primera vez en mucho tiempo. “Ahora puedo usar blazers y sweaters, sabes, ropa más corriente. Estoy menos concentrada en el modo en que me veo, y me siento con más confianza en mis reuniones de trabajo con clientes.”

Sheila relató que ella no es la única que buscó la cirugía plástica después del Huracán Katrina. Mucha gente en el área de New Orleans ha estado deprimida por algún tiempo, dice. Ella aprendió que no estaba sola en sus deseos de hacer cambios en su apariencia. “Te ayuda a tener un nuevo comienzo, un look totalmente nuevo”, dice.

Si las mujeres tienen la oportunidad de trabajar con el Dr. Stevens, estarán en buenas manos, de acuerdo con Sheila. “El es muy sensitivo; y parecía saber justo que medida debía ser yo para no parecer demasiado grande ni demasiado pequeña, y parecer otra persona. El fue simplemente fantástico, y su trabajo es sobresaliente.”

Como nota de pie de la experiencia de Sheila, este es un fragmento de una carta que le escribió al Dr. Stevens después de volver a casa:

Tengo algunos amigo que me dicen “fue muy valiente de tu parte volar a California y confiar en este doctor”- Mi respuesta es que mientras yo no había visitado su oficina antes del procedimiento, ciertamente había hecho mi investigación sobre quién era el mejor cirujano para esta cirugía tan importante (y que fue un cambio en mi vida). De hecho, había estado investigando sobre reducciones de senos por lo menos por tres años, y su nombre siempre aparecía.

A través de su sitio web, su directora, Charlie Sheridan, fue una ayuda tremenda ayudando a juntar toda la información y a tomar una decisión. Y una vez que la decisión estaba tomada, todo su equipo fue de gran ayuda para asegurar que todas las piezas cayeran en su lugar y que la experiencia fuera tan buena. Tuvieron éxito.

Además, tengo que agregar que mientras que me advirtió por adelantado sobre los cambios emocionales en la primera semana después de la cirugía, nunca lo experimenté. Estuve extasiada con la cirugía desde el primer día. La reducción de senos fue la mejor decisión que jamás he tomado y solo lamento no haberlo hecho antes. Ha sido un cambio en mi vida… nueva imagen corporal, nueva confianza en mi misma, y casi no puedo esperar a empezar a trotar. Vivir en el área de New Orleans desde la tormenta Katrina ha sido muy difícil. Su generosidad y cuidado experto me dieron una nueva actitud y ciertamente una nueva manera de disfrutar la vida.

Para otras mujeres que se estén preguntando si la cirugía de reducción de senos es algo para hacer, Sheila tiene el siguiente consejo: “No necesitas pasar por un huracán para crear un nuevo comienzo para ti. Si tienes senos grandes y estás infeliz por ello, el procedimiento puede tener un impacto muy importante en tu vida. Simplemente no hay razón para esperar.”

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